12 formas efectivas para sentirte miserable
A veces la mejor manera de aprender cómo ser productivo, exitoso y, sobre todo, sentirte feliz y pleno, es mirando con atención los hábitos que jamás debes adoptar en tu vida.
Llevo dos meses navegando en la nada. La agenda vacía del verano me causa una tremenda angustia: sin citas no hay clientes y, sin clientes, no hay ingresos. Lo peor que le puede pasar a un humano como yo, al que le enseñaron que vale sólo sí provee.
Pasan los días y no logró salir de este bucle negativo. Me levanto de mal humor, sin ganas de hacer nada, con proyectos pendientes por liberar, pero no puedo fluir. Me siento miserable.
La agenda vacía podría explicar parte de mi estancamiento. Pero analizando mis días, me doy cuenta de que estoy practicando varios hábitos que, combinados entre sí, crean una tormenta perfecta en la que no logro mis objetivos, no avanzo en mis estrategias y tampoco me relajo ni descanso.
Me siento infeliz y fracasado.
Pero nadie puede vivir así para siempre. Por lo menos yo no. En la búsqueda de una posible salida he leído varios artículos y empecé un libro: Si no te entusiasma, no lo hagas, del emprendedor serial Derek Sivers.
Resulta que, según el psicólogo Randy J. Paterson, autor de How to Be Miserable, hay otras maneras de intentar ser feliz, lejos de pelear todos los días por la perfección y la alta productividad.
Randy sugiere que, en lugar de enfocarnos todo el tiempo en lograr la felicidad eterna –y, por lo tanto, decepcionarnos todo el tiempo– busquemos un mayor bienestar mental evitando las cosas que sabemos que nos hacen sentir miserables.
Primero, conciencia; luego, acción
Con esta idea en la cabeza, lo primero que hice fue identificar esos hábitos, pensamientos o acciones que me hacen sentir miserable.
Acá te comparto algunos de los que encontré… Estoy seguro que te sentirás identificado con varios de ellos. La idea es que al leerlos tengas claridad de lo que NO debes hacer:
No hagas nada, quédate quieto el día completo.
Duerme cada noche a distinta hora y despierta también a distinta hora. Jode tu reloj biológico.
Duplica el tiempo que pasas viendo series de TV.
Lee cada día todas las noticias negativas de los medios más amarillistas.
Olvídate de tu aspecto personal: come mal, duerme poco, no hagas ejercicio, no te arregles para verte mejor.
Revisa tu teléfono celular –al menos– cada 5 minutos.
Procastiona de forma profesional: pospón para el último minuto las entregas de tus pendientes.
Ponte objetivos vagos, irrelevantes, que no puedas medir y que no te importen un bledo.
Compárate con los demás, deja que la envidia se apodere de ti y siéntete muy poca cosa.
Enfócate siempre en los aspectos negativos de cada circunstancia que te pase.
Nunca pongas límites a nadie: ni a tu jefe, ni a tus compañeros, ni a tus amigos, ni a tu pareja.
Obsesiónate con la felicidad.
Si, como yo, ya identificaste algunos de estos hábitos que te hacen sentir miserable, ahora es tiempo de buscar cómo darles la vuelta para eliminarlos de tu vida o para transformarlos en hábitos positivos. Porque, como dice Randy J. Paterson, “la vida es una secuencia de problemas que deben ser resueltos, si no los resuelves sufrirás y morirás”.
Nunca olvides que la vida es mucho más que ser feliz; es tener un propósito para vivir que nos dé la fuerza para enfrentar los problemas y para atravesar las tormentas.
PARA VER: Cómo lograr que hablen bien de tu marca
Hace 12 años, cuando Diego Reyes y tres amigos estudiaban en la universidad, empezaron a producir y vender barritas nutritivas, siguiendo una vieja receta de las galletas navideñas de la abuela.
“Con mucha ingenuidad y con ganas de salir adelante empezamos a venderlas en la escuela y en cremerías”, cuenta Diego, uno de los fundadores de Barrinolas.
Los primeros 10 años de la empresa no tuvieron ninguna ganancia porque todo lo reinvertían en el negocio, pero hoy ya venden en Nutrisa, Sam's, Walmart, Oxxo, 7-Eleven, Farmacias del Ahorro, Benavides, Soriana y muchos puntos de venta más.
Hoy, en etapa de crecimiento, con el próximo lanzamiento de un cereal innovador y con su llegada a Estados Unidos, tienen el reto de diferenciarse ante los consumidores frente a marcas globales, pese a no contar con presupuesto para publicidad.
Para ayudarlos a superar este reto, Santiago Aguilera, director de Asuntos Externos y Corporativos de Mondelez Snacking México, comparte algunas ideas para conectar y enamorar a tus audiencias e, incluso, lograr que todos hablen bien de ti.
“La gente no busca sólo el producto, busca la confianza que ese producto le genera, busca la historia que está detrás de ese producto y, sobre todo, la conexión que genera con su vida y con su entorno”, asegura.
PARA ESCUCHAR: Salvar al planeta es un gran negocio
Guadalupe Latapí fundó Aires de Campo en 2001 con el objetivo de crear una red de productores orgánicos en México.
Su objetivo es ser un canal especializado en productos orgánicos y sustentables en un esquema de comercio justo, creando valor a productores, comerciantes y consumidores.
En 2002, la startup había integrado a sus primeros cinco productores. Para 2006, cuando aún eran pocos los consumidores conscientes, logró entrar a las tiendas de autoservicio con un catálogo de 20 productos. Hoy trabaja con más de 80 productores del campo y comercializa más de 600 productos diferentes.
En septiembre de 2011, Grupo Herdez compró 50% de Aires de Campo, lo que permitió acelerar su crecimiento y llegar a más puntos de venta.
En este episodio Guadalupe está acompañada por Santiago Martínez Casas, Head of Business Development de Kolibrí, una consultora de gestión dedicada a diseñar e implementar estrategias ambientales de alto impacto, adaptadas siempre al modelo de negocios de cada uno de sus clientes.
Para Santiago, las presiones sobre las empresas para que sean sustentables son cada vez más fuertes. Por eso, dice, deben empezar un cambio de paradigma no sólo para sobrevivir el negocio, sino para hacerlo crecer. “La sustentabilidad es un buen negocio. Eso es algo que tenemos que grabarnos.”